Despertarme a las nueve de la mañana en otoño es posiblemente de las mejores decisiones que he tomado nunca. A esta hora suele estar nublado, y eso me encanta. Me gusta mirar por la ventana, me gusta la luz que entra. Es la única hora a la que puedo estar sin necesitar poner música (weird, I know) porque es lo suficientemente poética en sí sola como para necesitarla. Aun así tengo curiosidad por encontrar canciones que me guste escuchar a estas horas. Supongo que el premio se lo lleva Blind Pilot, una banda que si no conocéis deberíais escuchar alguna vez.
C.
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